Asegurar una ronda masiva de Serie D de 250 millones de dólares puede parecer muy lejano para las nuevas empresas que recién comienzan y luchan por obtener su primera financiación inicial. Pero los fundadores y capitalistas de riesgo expertos están instando a adoptar un enfoque diferente: empezar a elaborar estrategias para esas rondas posteriores desde el primer día.
Esta mentalidad con visión de futuro no se trata de fijarse prematuramente en grandes sumas; se trata de sentar las bases para un crecimiento sostenible y alinearse con los inversores adecuados durante todo el recorrido.
“Sabíamos desde el día cero que necesitábamos una sólida cartera de inversores con los que queríamos trabajar durante un largo período”, explica Sadi Khan, cofundador y director ejecutivo de Aven, una empresa de tarjetas de crédito respaldadas por activos que requiere un capital significativo para escalar.
Al comprender desde el principio sus necesidades futuras de capital, los fundadores pueden tomar decisiones más estratégicas sobre a quién incorporar en las etapas iniciales. No se trata sólo de conseguir financiación inmediata; se trata de construir una red de inversores que comprendan la trayectoria de la empresa y estén preparados para apoyar su evolución a través de diferentes fases.
Fomentar las relaciones antes de que surja la necesidad
Si bien es un concepto aparentemente ambicioso, este enfoque comienza fomentando las relaciones dos años o incluso antes antes de necesitar esa considerable financiación de la Serie D. Lila Preston, directora de Growth Equity de Generation Investment Management, enfatiza el valor de estas primeras conexiones.
“Cuando aparecemos, incluso en la Serie A o B, hemos hecho los deberes para que seamos una conversación aditiva que valga la pena”, señala Preston. Este enfoque proactivo permite a inversores como Generation obtener una comprensión más profunda del modelo de negocio, la dinámica del mercado y los hitos clave establecidos por la empresa. También demuestra la preparación y la visión del emprendedor, allanando el camino para una asociación más significativa en el futuro.
Ganando impulso: eficiencia a través de la preparación
Zeya Yang, socia de IVP, refuerza este sentimiento y destaca que las rondas de última etapa se están cerrando más rápido que nunca. Establecer de antemano una buena relación con posibles inversores en etapas posteriores agiliza el proceso de recaudación de fondos cuando llegue el momento.
“Definitivamente ayuda conocer a esas personas antes de lo que crees necesario”, explica Yang. Esta familiaridad permite conversaciones más fluidas basadas en el entendimiento mutuo y los conocimientos compartidos sobre el progreso de la empresa.
Aprovechar las redes existentes: encontrar a sus constructores de puentes
Iniciar este proceso de construcción de redes temprano puede ser tan simple como mirar hacia adentro. Khan sugiere recurrir a los inversores existentes. La tabla de capitalización actual de una empresa es un recurso valioso: estos primeros patrocinadores a menudo han establecido conexiones con capitalistas de riesgo que se especializan en financiación en etapas posteriores, creando puentes naturales hacia la siguiente fase de crecimiento.
En esencia, prepararse para la recaudación de fondos en las últimas etapas no se trata de perseguir prematuramente sumas enormes; se trata de elaborar una hoja de ruta estratégica que incorpore las relaciones con los inversores y las necesidades de capital desde el principio. Al hacerlo, las startups cultivan un ecosistema de apoyo que las impulsa hacia el éxito sostenido.
