Los wearables cambian de enfoque: la IA ocupa un lugar central en 2025

El mercado de la tecnología portátil experimentó un cambio fundamental en 2025, yendo más allá de su asociación tradicional con la salud y el fitness para convertirse en una plataforma principal para la inteligencia artificial (IA). Si bien el seguimiento de la salud sigue siendo importante, la trayectoria de la industria ha cambiado decisivamente, impulsada tanto por el marketing como por una genuina evolución tecnológica.

El auge de las “gafas de IA”

Lo que antes se llamaba simplemente “gafas inteligentes” ahora las principales empresas tecnológicas como Meta y Google lo rebautizan agresivamente como “gafas de IA”. El director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, ha declarado públicamente que las gafas representan el factor de forma ideal para la IA, ya que permiten audio discreto, captura de imágenes y consultas en tiempo real basadas en IA sobre el entorno del usuario. Esto no es sólo marketing; las empresas prefieren activamente esta terminología, reconociendo que las capacidades de IA son ahora el principal atractivo de venta.

Google también adoptó la distinción, diferenciando las gafas AI de los auriculares XR y los dispositivos híbridos. La clave es que la IA no es un complemento, sino el propósito de esta nueva ola de gafas. El cambio señala un paso de aumentar las capacidades humanas a incorporar la IA directamente en las experiencias visuales cotidianas.

Más allá de las gafas: dispositivos portátiles que siempre escuchan

La tendencia va más allá de las gafas. Está surgiendo una nueva categoría de colgantes y pines que siempre escuchan, ejemplificada por dispositivos como Bee AI (adquirido por Amazon), Friend (un collar de IA), Plaud NotePin y Limitless. Estos dispositivos tienen como objetivo capturar y procesar notas de voz, resumir conversaciones e incluso proporcionar listas de tareas automatizadas basadas en las actividades diarias. Algunos, como Friend, se comercializan como compañeros constantes que ofrecen de forma proactiva información sobre el entorno del usuario.

Incluso los formatos portátiles existentes están integrando IA: Samsung y Google han agregado Gemini a los relojes inteligentes WearOS, Fitbit está probando un entrenador de IA, Apple ha incorporado traducciones impulsadas por IA en AirPods Pro 3 y Garmin está implementando conocimientos de IA como un servicio premium. Las aplicaciones de fitness también están compitiendo por integrar funciones de inteligencia artificial que aprovechen los datos portátiles.

La ventaja de la “presencia corporal”

La fuerza impulsora detrás de este cambio es la ventaja única que ofrecen los dispositivos portátiles: la proximidad física constante. Según Sandeep Waraich, líder de productos Pixel Wearables de Google, los wearables son “el único dispositivo en nuestra vida informática que tiene garantizada la presencia en el cuerpo”. Para que los asistentes de IA funcionen de manera óptima, necesitan acceso continuo a los datos del usuario, y la forma más confiable de lograrlo es a través de dispositivos que permanecen con el usuario las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

Esta tendencia plantea importantes implicaciones para la privacidad y la recopilación de datos. La intimidad inherente de los dispositivos portátiles garantiza un flujo constante de datos biométricos, ambientales y de comportamiento, lo que los convierte en un vehículo ideal para la vigilancia y personalización impulsadas por la IA.

El cambio de nombre de los wearables a plataformas de IA no es sólo una estrategia de marketing; es un reflejo de un realineamiento estratégico más profundo. Mientras las empresas de tecnología den prioridad a la integración de la IA, es probable que esta tendencia se acelere, remodelando fundamentalmente la forma en que interactuamos con la tecnología y el mundo que nos rodea.