La Comisión Europea está actuando con cautela respecto del reciente anuncio de China de flexibilizar los controles de exportación de componentes tecnológicos clave como tierras raras y chips de computadora. Si bien Estados Unidos informó de un acuerdo alcanzado entre el presidente Donald Trump y el presidente chino Xi Jinping para abordar la escasez de chips derivada del endurecimiento de las restricciones chinas, la UE sigue siendo escéptica sin garantías concretas.

Esta delicada situación surge de una disputa comercial que se inició a principios de 2025 cuando el presidente Trump volvió a imponer los aranceles existentes a los productos chinos. La reacción resultante hizo que China tomara represalias con controles de exportación de componentes tecnológicos cruciales que son vitales para muchas industrias europeas. Esto ha impactado particularmente al sector automotriz europeo, que depende en gran medida de estos insumos.

El ejemplo más apremiante es la reciente adquisición por parte del gobierno holandés de Nexperia, un fabricante de chips de propiedad china con sede en los Países Bajos. La medida se produjo tras acusaciones de “graves deficiencias de gobernanza” en Nexperia y se encontró con restricciones de exportación de China en represalia sobre chips cruciales producidos por sus instalaciones dentro de China. Estas restricciones han repercutido en las cadenas de suministro automotrices europeas, empujando a algunos fabricantes peligrosamente cerca de detener la producción.

La Casa Blanca afirma que la reciente reunión del presidente Trump con el presidente Xi resultó en un acuerdo en el que China “tomará las medidas apropiadas” para garantizar el flujo ininterrumpido de estos chips heredados críticos desde las instalaciones chinas de Nexperia al mercado global. Sin embargo, la UE no ha recibido garantías tan explícitas.

Henna Virkkunen, comisaria de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes de la UE, ha pedido soluciones diplomáticas y ha confirmado conversaciones con funcionarios chinos y representantes de Nexperia para afrontar esta crisis. Reconoció la urgente necesidad de “medidas a corto y mediano plazo” para reforzar la vulnerable cadena de suministro de chips de Europa, destacando una vulnerabilidad potencial en su dependencia de fuentes externas para estos componentes vitales.

La UE también está lidiando con las restricciones separadas que China impuso a las exportaciones de tierras raras desde abril. Estos elementos de tierras raras son componentes cruciales para numerosas industrias, incluidas las tecnologías de automoción, defensa y energías renovables en toda la UE. Aunque Estados Unidos anunció que los controles a las exportaciones de tierras raras recientemente impuestos se habían levantado durante la reunión del presidente Trump con el presidente Xi, la UE aún no ha recibido confirmación sobre si las restricciones existentes implementadas en abril se mantendrán o se aliviarán.

La Comisión Europea sostiene que asegurar el acceso a estos materiales críticos es una máxima prioridad y subraya la necesidad de actuar rápidamente para abordar ambos conjuntos de restricciones a la exportación impuestas por China.

Estos acontecimientos recientes subrayan la creciente dependencia de la UE de los componentes tecnológicos de origen chino y los importantes riesgos asociados con esta dependencia.